San Gabán, en la provincia de Carabaya, Puno, se ha convertido en un ejemplo de desarrollo económico y turístico sostenible. Este valle, que alguna vez fue una región olvidada, ha experimentado una transformación significativa gracias a inversiones en infraestructura vial, minería y energía. La mejora en la conectividad ha sido clave para este renacimiento, beneficiando tanto a los habitantes locales como a los visitantes.
El desarrollo sostenible es una prioridad en San Gabán. En un contexto global donde la protección del medio ambiente es cada vez más valorada, este valle ha demostrado que el crecimiento económico puede ir de la mano con la preservación ecológica. Las autoridades locales y los inversionistas han trabajado juntos para asegurar que las nuevas infraestructuras no solo impulsen la economía, sino que también respeten y protejan la biodiversidad única de la región.
La construcción del tramo 4 del Corredor Vial Interoceánico Sur ha sido un factor decisivo. Esta carretera de 306 km, que conecta Azángaro con el puente Inambari, ha mejorado significativamente el acceso al valle. Antes de esta obra, San Gabán era de difícil acceso, lo que limitaba su desarrollo. Ahora, el transporte de bienes y personas es más eficiente, lo que ha dinamizado la economía local y ha abierto nuevas oportunidades para los productores y comerciantes de la región.
El turismo en San Gabán está en auge. Los visitantes son atraídos por la combinación única de paisajes andinos y selva baja, así como por la rica biodiversidad del valle. Las cascadas y ríos, rodeados de exuberante vegetación, son ideales para el ecoturismo. Además, las comunidades locales ofrecen experiencias auténticas, compartiendo sus tradiciones y cultura con los turistas, lo que enriquece aún más la oferta turística del valle.