La madrugada del martes, la Penitenciaría del Litoral en Guayaquil fue escenario de un violento motín que resultó en al menos 15 muertos y 14 heridos, según informó el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI). Este centro penitenciario, conocido por su alta peligrosidad, ha sido testigo de numerosos incidentes violentos en los últimos años, principalmente debido a conflictos entre bandas criminales que operan en su interior.
Tras el enfrentamiento, las autoridades lograron restablecer el orden en la prisión con la intervención del Bloque de Seguridad, que también realizó una requisa en las instalaciones. La situación en la Penitenciaría del Litoral se ha vuelto crítica; en septiembre, María Daniela Icaza, directora encargada del penal, fue asesinada en un ataque armado mientras se dirigía a su domicilio. Este último motín se suma a una serie de episodios violentos que han sacudido el sistema penitenciario ecuatoriano.
La violencia en las cárceles de Ecuador ha generado preocupación a nivel nacional e internacional, subrayando la necesidad urgente de reformas en el sistema penitenciario. Las autoridades están bajo presión para implementar medidas que garanticen la seguridad de los reclusos y el personal penitenciario, así como para abordar las causas subyacentes de los conflictos entre bandas dentro de las prisiones.