En el corazón del Chapare boliviano, el expresidente Evo Morales se encuentra resguardado por campesinos cocaleros, quienes temen su detención por varios casos de supuestos delitos. Esta situación ha generado un ambiente de tensión y solidaridad en la región.
Carlos Romero, exministro de Gobierno, ha declarado que los habitantes del Trópico se han movilizado clandestinamente para proteger a Morales. «Hermanos y hermanas del Trópico se han constituido en los vigilantes, en los guardaespaldas, en los protectores de la vida de Evo Morales», afirmó Romero, destacando la lealtad y el compromiso de la comunidad.
Actualmente, Morales enfrenta al menos cinco juicios en curso, según reveló Romero. Uno de estos casos, iniciado en la fiscalía de Tarija, ha resultado en una orden de aprehensión por el presunto delito de trata y tráfico de personas, lo que ha intensificado la preocupación entre sus seguidores.
La situación de Morales refleja la compleja dinámica política en Bolivia, donde las acusaciones legales y la resistencia popular se entrelazan en un escenario de incertidumbre y desafío. La protección brindada por los campesinos cocaleros subraya la profunda conexión entre Morales y las bases sociales que lo apoyan.