El ex presidente de Bolivia, Evo Morales, ha reportado un intento de asesinato después de que su vehículo fuera atacado mientras se dirigía a un programa de radio en el trópico de Cochabamba. Morales ha descrito cómo su coche recibió al menos catorce disparos durante una persecución matutina, que involucró a otros dos vehículos.
En un video, Morales aparece en el asiento delantero del vehículo, claramente agitado y narrando el ataque a través de una llamada telefónica. Según su relato, su conductor sufrió heridas en la cabeza y el brazo, aunque tanto él como su equipo lograron salir ilesos del incidente. Este ataque no solo ha conmocionado a la población boliviana, sino que ha generado una ola de especulaciones sobre la seguridad y la estabilidad política en el país.
Lo más preocupante, sin embargo, son las acusaciones que ha lanzado Morales contra el actual presidente de Bolivia, Luis Arce, a quien culpa de estar detrás del intento de asesinato. Morales ha señalado una serie de desacuerdos recientes entre ambos y ha acusado a Arce de orquestar este ataque como una represalia política.
Este incidente subraya las profundas divisiones y tensiones dentro del escenario político boliviano. La denuncia de Morales añade un nuevo capítulo a la ya complicada relación entre los dos líderes, y plantea interrogantes sobre el futuro de la política en Bolivia.