El presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, ha señalado que su censura podría desencadenar la disolución del Congreso. Según la Constitución, si su sucesor no obtiene el voto de confianza, la presidenta Dina Boluarte tendría la facultad de cerrar el Parlamento. Esta declaración ha generado un intenso debate sobre las implicaciones políticas y constitucionales de su posible salida.
Desde el Congreso, diversas bancadas han impulsado mociones de censura contra Adrianzén, argumentando que su gestión no ha respondido adecuadamente a la crisis de seguridad ciudadana. Sin embargo, algunos analistas consideran que su advertencia busca generar presión sobre los legisladores, planteando un escenario de inestabilidad que podría afectar la gobernabilidad del país.
Mientras tanto, la ciudadanía observa con preocupación el desarrollo de los acontecimientos. La posibilidad de una crisis ministerial y un eventual cierre del Congreso abre interrogantes sobre el futuro político del país y la capacidad del gobierno para mantener el equilibrio institucional en medio de un clima de incertidumbre.