El Poder Judicial del Perú ha marcado un precedente al condenar al expresidente Ollanta Humala y a su esposa, Nadine Heredia, a 15 años de prisión efectiva por el delito de lavado de activos. La sentencia, dictada por el Tercer Juzgado Colegiado de la Corte Superior Nacional, establece que ambos recibieron aportes ilícitos provenientes de Venezuela y la constructora brasileña Odebrecht para financiar las campañas presidenciales del 2006 y 2011.
La jueza Nayko Coronado, quien lideró el proceso, destacó que los fondos ilícitos fueron canalizados a través de un esquema sofisticado que involucró aportantes falsos y transferencias internacionales. Según el fallo, Heredia tuvo un rol clave en la organización y manejo de estos recursos, mientras que Humala se benefició directamente de ellos para su campaña política. Además, se ordenó una reparación civil de 10 millones de soles en favor del Estado peruano.
Esta decisión ha generado reacciones tanto a nivel nacional como internacional, siendo considerada un hito en la lucha contra la corrupción en el país. Mientras Humala será trasladado a un centro penitenciario, se ha emitido una orden de captura contra Heredia, quien no asistió a la audiencia. La sentencia puede ser apelada, pero representa un fuerte mensaje de justicia en un contexto de creciente desconfianza hacia las instituciones políticas.