Claudia Sheinbaum se convierte en la primera mujer presidenta de México tras contundente victoria electoral

En un hito sin precedentes en la historia de México, Claudia Sheinbaum, candidata del partido oficialista Morena, ha logrado una victoria arrolladora en las elecciones presidenciales, convirtiéndose en la primera mujer en asumir la jefatura de Estado en los 200 años de vida independiente del país. Según los datos preliminares del Instituto Nacional Electoral (INE), Sheinbaum obtuvo entre el 58,3% y el 60,7% de los votos, dejando muy atrás a su rival más cercana, Xóchilt Gálvez, quien cosechó entre el 26,6% y el 28,6% de los sufragios.

La victoria de la cercana aliada del presidente saliente Andrés Manuel López Obrador marca un avance significativo en un país tradicionalmente machista y profundamente religioso. “Por primera vez en 200 años de la República, me convertiré en la primera mujer presidenta de México”, exclamó una emocionada Sheinbaum ante sus seguidores, quienes esperaron horas para escuchar a la candidata triunfadora.

A sus 61 años, Claudia Sheinbaum es una destacada ingeniera ambiental y científica, galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2007 por su trabajo en el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de la ONU. Antes de su candidatura presidencial, se desempeñó como la primera mujer al frente de la alcaldía de la Ciudad de México entre 2018 y 2023.

Durante su campaña, Sheinbaum prometió dar continuidad al legado del izquierdista López Obrador, aunque con ligeros ajustes. Entre los desafíos que enfrentará la nueva mandataria se encuentran la inseguridad, la corrupción, el freno a la violencia del crimen organizado, el impulso a la economía, la promoción de las energías renovables y la reducción de la deuda pública.

En sus primeras palabras como presidenta electa, Sheinbaum adelantó que promoverá las energías limpias, respetará las libertades de prensa y empresarial, y dará continuidad a los programas sociales de su antecesor. Asimismo, insistió en mantener una relación de respeto mutuo con Estados Unidos, país que también elegirá a un nuevo líder en noviembre próximo.

Originaria de la capital mexicana, Sheinbaum proviene de una tradición izquierdista anterior al movimiento nacionalista y populista de López Obrador. Es nieta de inmigrantes judíos de Lituania y Bulgaria, aunque se crió sin practicar religión alguna, algo poco común en el México profundamente católico. Sus padres fueron activistas en el movimiento estudiantil democrático de 1968, que terminó trágicamente con la masacre de Tlatelolco.

El mayor reto de Sheinbaum ha sido forjar su propia imagen sin salir de la larga sombra de López Obrador, un legendario activista conocido por sus apasionados discursos y su carisma campechano. A pesar de su perfil técnico como ingeniera ambiental, la nueva presidenta ha logrado conectar con el electorado y abrirse camino en un país donde el liderazgo político ha sido predominantemente masculino.

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