Luego de que se declarara el estado de emergencia en el país, por la pandemia del coronavirus, se cerró la frontera en la zona de Desaguadero (Puno) hacia Bolivia. Ello generó el reclamo de bolivianos comerciantes, quienes pugnaban por cruzar la frontera.
La fuerte presencia policial y militar impidió el ingreso de los extranjeros. Estos finalmente desistieron, tras entender que el impedimento era parte de las políticas epidemiológicas contra el coronavirus.
La policía reforzó, además, el control por el río Desaguadero, habitualmente usado por lancheros para pasar mercadería de contrabando de Bolivia hacia Perú.
El Frente Policial de Puno informó que se tomaron todas las previsiones, para que en las zonas de frontera no ingrese ni salga ninguna persona del Perú hacia Bolivia y viceversa.
Por el Centro Binacional Integrado de Atención de Frontera (Cebaf), se restringió el paso absoluto de personas y unidades de carga pesada. Similar es el panorama en el puesto de frontera de Kasani (Yunguyo) y Titali (Moho).