El ingeniero mecánico eléctrico Abel Guerra Mamani fabricó una cabina de desinfección contra el covid-19. La estructura de metal, que tiene rociadores con un preparado de agua y lejía, fue denominada en quechua Chuyanchacuy, y en aimara Picharasma. Ambas terminologías significan: desinféctate.
De la iniciativa también participó el ingeniero electrónico Walter Cutipa Flores y Karelí Macote Huamán, bachiller en ingeniería mecánica eléctrica. El proyecto demandó una inversión de cinco mil soles.
La persona antes de ingresar tiene que pisar un pedal para recibir alcohol en gel para desinfectarse las manos. Luego se coloca en el medio para nebulizarse. Las pequeñas partículas imperceptibles caen gracias a un sistema de tuberías por donde viaja un litro de agua y diez mililitros de lejía. La diseminación se desarrolla gracias a un sistema de aspersión que funciona con un motor de 0.5 hp.
El proyecto fue probado con varias personas. En 30 segundos uno puede sentir seguridad. La iniciativa nació de la necesidad de protegerse contra el virus.
El alcalde de Puno, Martín Ticona, anunció la adquisición de la cabina, que será puesta a disposición de los usuarios de los mercados. No descartó la posibilidad de hacer una compra significativa, previa evaluación.