El catedrático de la Universidad Nacional del Altiplano de Puno, Gilmar Goyzueta, ha emitido una alarma urgente sobre el retroceso acelerado del glaciar Quelccaya, ubicado entre las regiones de Cusco y Puno. Según sus declaraciones, este fenómeno no solo afecta a la región andina, sino que también representa un grave peligro para la humanidad en su conjunto. ¿Por qué? Porque las consecuencias podrían ser mortales e irreversibles.
El especialista Goyzueta señala que, según datos de la NASA, en 1988, la extensión del glaciar Quelccaya abarcaba 58 kilómetros cuadrados. Sin embargo, en 2023, esta superficie se había reducido drásticamente a poco más de 40 kilómetros cuadrados. Este retroceso vertiginoso es un indicador claro de los efectos del cambio climático y la intervención humana en los ecosistemas frágiles.
El deshielo del glaciar ha dado lugar a la formación de más de 200 lagos de agua. Estos cuerpos líquidos, en su mayoría, han perdido contacto con el hielo que los originó. La situación es alarmante, ya que estos lagos pueden desencadenar inundaciones súbitas y deslizamientos de tierra, afectando a comunidades cercanas y a la biodiversidad de la región.
El llamado de Goyzueta es claro: la humanidad debe tomar conciencia de su responsabilidad en este proceso. Si seguimos siendo irresponsables con nuestros recursos naturales y no tomamos medidas para frenar el cambio climático, no habrá futuro para las próximas generaciones. Es hora de actuar de manera urgente y colaborativa.
El especialista advierte que, si no se revierte el ritmo actual de retroceso y las condiciones climáticas persisten, el glaciar Quelccaya podría desaparecer por completo a finales del siglo XXI. Esto no solo afectaría a las poblaciones locales y la biodiversidad, sino que también tendría repercusiones globales en términos de aumento del nivel del mar y cambios en los patrones climáticos.
La desaparición del glaciar Quelccaya es una llamada de atención para toda la humanidad. Debemos tomar medidas concretas para preservar nuestros ecosistemas y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras.