Una propuesta singular fue la que presentó el pasado viernes la congresista fujimorista Karla Schaefer, pues la parlamentaria planteó un proyecto que busca modificar el Código de Ética Parlamentaria para sancionar a los legisladores que se expresen negativamente sobre el Congreso de la República.
Se trata de la iniciativa de resolución legislativa 4435/2018-CR, que fue presentada por la parlamentaria de Fuerza Popular el 7 de junio y que lleva las firmas de los fujimoristas Luis Galarreta, Úrsula Letona, Tamar Arimborgo, Mario Mantilla, María Melgarejo y Gladys Andrade.
De acuerdo al proyecto de Schaefer, este esboza una modificación al artículo 4 del Código de Ética Parlamentaria vigente, agregándole dos literales que versan sobre la imagen del Poder Legislativo.
Con estos dos literales, lo que la legisladora fujimorista y sus colegas que la respaldan pretenden es explicita más los “deberes de conducta” de los legisladores respecto a la imagen del Parlamento.
En específico, como uno de los nuevos deberes de los legisladores, el proyecto de Schaefer reza que estos deberán:
“Abstenerse de proferir expresiones que mellen la imagen del Congreso de la República como institución fundamental del Estado Democrático de Derecho”.
Como todo proyecto que se presenta al Congreso, en el análisis de sustentación que elabora el despacho de la parlamentaria se explicita, en el balance del costo beneficio que implicaría la aprobación de la normal, el supuesto beneficio que esta acarrearía al Legislativo.
Es así que con la modificación del artículo 4 del Código de Ética Parlamentaria, “se podrán aplicar las sanciones correspondientes” a los parlamentarios que contravengan dicha prohibición, “luego del proceso disciplinario respectivo que lleve a cabo la Comisión de Ética del Congreso”.
Otra de las modificaciones que se desprende de la iniciativa de la parlamentaria fujimorista estipula como deber de los legisladores el “respetar y defender las funciones y atribuciones que la Constitución Política del Perú y la ley otorgan al Congreso de la República”. “El Congreso de la República debe ser respetado y defendido, en primer lugar, por sus propios miembros […] No resulta aceptable, pues, que los propios congresistas puedan en algún momento, menoscabar sus funciones y atribuciones, que son establecidas por la Constitución y la ley, lejos de respetarlas y defenderlas. O que profieran expresiones que mellen la imagen y la trascendencia del Parlamento. Porque de hacerlo, agredirían directamente al sistema democrático y a la ciudadanía”, sustenta la congresista Schaefer en su propuesta.