El relevo de ministros en el actual gabinete es un maquillaje y se debieron hacer cambios al más alto nivel, incluida la salida del premier Alberto Otárola, quien no tiene nada que mostrar a su favor en cuanto a gestión pública, señalaron los analistas políticos Katherine Zegarra.
“Los cambios son superficiales, con excepción del ministro de Economía, quien no estaba generando confianza a los ciudadanos y empresarios”, comentó Katherine Zegarra, politóloga y docente de la Pontificia Universidad Católica.
Consideró que “la renovación general del gabinete debió haber empezado con la salida de Otárola, quien es un premier con bajo nivel de aprobación y una cuestionada labor”.
La especialista sostuvo que “no hay un avance de políticas públicas en favor de la ciudadanía, no se ve un crecimiento económico y la presidenta es la más impopular de América Latina. Los cambios no buscan modificar el rumbo del Gobierno, lo cual genera preocupación”.