El Congreso aceptó la solicitud de la presidenta Dina Boluarte para obtener la autorización de viaje a los Estados Unidos, con el propósito de participar en la Cumbre Inaugural de Líderes de la Alianza de las Américas para la Prosperidad Económica (APEP), evento organizado por el Gobierno estadounidense. Las declaraciones de respaldo a la relevancia de este viaje por parte del ministro de Trabajo, Daniel Maurate, y de la ministra del Ambiente, Albina Ruiz, contribuyeron a la decisión del Parlamento.
En primer lugar, únicamente considerando los gastos de viáticos y pasajes aéreos, excluyendo el presupuesto por combustible del avión presidencial, los tres viajes de la jefa de Estado en menos de un año desde que asumió su cargo, realizados a Brasil, Estados Unidos y Europa, han supuesto un desembolso significativo de casi un millón de soles.
Además, la presidenta ha enfrentado críticas sustanciales por llevar a cabo sus funciones de forma remota, lo que ha dado lugar a dos mociones de vacancia en su contra. Según uno de los documentos presentados, se la acusa de violar el Artículo 115 de la Constitución Política del Perú, al haber abandonado el territorio nacional de manera inconstitucional.
Finalmente, se criticó a Boluarte por utilizar el avión presidencial para asuntos diplomáticos en lugar de priorizar el regreso de los peruanos afectados por el conflicto entre Israel y Gaza. En un primer momento, declaró: “Lamentablemente, el Perú no tiene esa capacidad logística. Debido a esta situación, hemos ordenado la adquisición de dos aviones Boeing para facilitar operaciones humanitarias cuando sea necesario”. Sin embargo, tras la presión pública, decidió cambiar su itinerario y dirigirse a rescatar a los compatriotas afectados.
FUENTE: LaRepública