No hay cambio de rumbo. Con 77 votos a favor, la lista de la derecha ganó y el apepista Alejandro Soto asumió la presidencia del Congreso e invocó a responder “ataques malintencionados” contra esta institución. Los aliados de Dina Boluarte conservan su hegemonía en los Pasos Perdidos gracias al pacto del cerronismo.
Sucedió un encuentro que describe el matrimonio entre Fuerza Popular y Perú Libre para tomar el control de la Mesa Directiva del Congreso. El congresista perulibrista Waldemar Cerrón llegó puntual al hemiciclo y se acercó a sus colegas fujimoristas Vivian Olivos y Eduardo Castillo. La conversación fue amena a tal punto que Cerrón le estrechó cordialmente la mano a Castillo, se inclinó y hasta le hizo una reverencia.
Esa imagen captada fue el reflejo de lo que iba a suceder en el Pleno: los partidos de Keiko Fujimori y de Vladimir Cerrón, con la ayuda de sus aliados de derecha —Alianza para el Progreso (APP), Avanza País, Somos Perú y Unidad y Diálogo—, ganaron la elección y tomaron la mesa directiva del congreso.