Los productores agropecuarios del altiplano, especialmente en la zona norte de la región, enfrentarán en los próximos meses una grave escasez de agua para el ganado y el consumo humano. Juan Mamani, ganadero de Azángaro, ha sido testigo de cómo los pozos se están secando paulatinamente, una situación inusual para el mes de junio, cuando normalmente abunda el vital líquido.
Esta crisis hídrica amenaza la sostenibilidad de la ganadería en la región. Los manantiales y pozos, que históricamente han sido fuentes confiables de agua, se están agotando rápidamente. Mamani advierte que estamos al borde de un periodo crítico para la producción ganadera.
El llamado de Mamani a las autoridades nacionales y congresistas es urgente. Se requieren medidas inmediatas para abordar esta emergencia. La falta de agua podría llevar a una migración masiva hacia la ciudad de Puno, donde se espera encontrar mejores condiciones. Sin embargo, Mamani expresa su resignación: no espera apoyo del gobierno central. Los productores, en su lucha por sobrevivir, deberán enfrentar el olvido y la indiferencia de los gobernantes y partidos políticos actuales.
La sequía en el altiplano no solo afecta a los productores, sino también a las familias que dependen del ganado y a la seguridad alimentaria de la región. Es hora de tomar medidas concretas para preservar este recurso vital y garantizar el bienestar de todos